sábado, 2 de julio de 2016

salvando las distancias



But you do things in your life
That will change someone
More than you'll ever changed yourself

No sé como decirlo y tampoco quiero contar mucho, es en una película de John Ford, Pilgrimage, una película asombrosa, de esas que nunca sabes qué camino van a tomar, es de los años treinta y es muy bella, la protagonista es una granjera de algo así como sesenta años, pelo blanco, dura y orgullosa, y le pasan cosas en la vida y hace que pasen cosas en las vidas de otros, casi nunca buenas, pero no es de eso de lo que quiero hablar, no, a ver si consigo no contaros nada, nada más que este plano en el que vemos a la mujer reconstruir una foto que había roto, le pasa algo y siente la necesidad de reconstruir la foto, de reconstruir el rostro perdido, y eso es en el fondo una idea bastante banal, salvo que llega de manera inesperada, cuando uno está esperando que se eche a llorar o algo por el estilo, y sobre todo llega sin que hayamos visto antes que esa foto fue hecha pedazos, en un mismo gesto, en un mismo plano, descubrimos la foto desgarrada y su reconstrucción, tomamos la medida de la distancia entre los dos personajes en el momento mismo en el que un gesto intenta salvar esa distancia, hay dos secuencias en una, vértigo de ver ver dos tiempos suceder en un solo instante, y a mí hoy, a esta hora, esta elipsis, esta manera de condensar en un único plano dos momentos, el del desgarro y el de la reconstrucción, el del alejamiento y el del acercamiento, no sé, me asombra, y quizás haya algo más, sí, quizás sea porque más asombrosa que una destrucción es una reconstrucción, todos sabemos filmar a gente que se aleja, y queda muy resultón, pero qué difícil es filmar a gente que se acerca, qué difícil es filmar a gente que, tras haberse alejado, oh, se reencuentra.
(Pilgrimage, John Ford)

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